Título: El hombre sin rostro
- El hombre sin rostro: El sorprendente ascenso de Vladímir Putin
- El hombre sin rostro. Memorias de Markus Wolf
Autores:
Reseña hecha por: Iván Marcos @ivanmarcos
Son pocas las veces que uno lee dos libros con el mismo título, pero eso es lo que me ha pasado durante los pasados meses con los libros que cito a continuación. Además de la casualidad de compartir nombre, se produce una carambola añadida, ambos libros se refieren a dos personas claves para entender el último medio siglo en la llamada Europa del Este: Markus Wolf y Vladímir Putin.
Las personalidades de Wolf y Putin vienen a representar puntos comunes y distintos en general. Wolf era alemán y hablaba ruso, Putin es ruso y habla alemán, pero más allá de que ambos hayan estado «trabajando» entre Alemania y Rusia se añade la característica fundamental de que en ambos casos sus cuotas de poder eran prácticamente ilimitadas.
Un poder conocido tanto por sus compatriotas como por las potencias occidentales que tienen en ambos a dos de las personalidades más importantes venidas de Europa del Este. En el caso de Wolf su vida se fraguó trabajando para la temida Stasi, los servicios secretos de la Alemania del Este, en el caso Putin trabajando inicialmente para el servicio secreto del KGB soviético y posteriormente como presidente de Rusia dirigiendo todas las operaciones desde el Kremlin.
Stasi y KGB son dos nombres que fueron temidos terriblemente por los propios ciudadanos de sus respectivos países (la RDA y la URSS) pero obviamente su influencia y el radio de acción de sus espías llegaban a una gran parte de los países del mundo, provocando situaciones propias de la mejor novela de espionaje firmada por el maestro John Le Carré.
El libro de Putin resulta muy de actualidad, su influencia y fuerza es algo que Europa y Estados Unidos puede ver actualmente con el conflicto de Ucrania, la anexión de Crimea y los bloqueos económicos a los productos europeos. También podemos viajar a hechos claves de las últimas dos décadas de Rusia, como el hundimiento del submarino Kursk, la crisis de los rehenes en la escuela de Beslán, el asalto al teatro Dubrovka de Moscú, por no hablar de asuntos como las guerras de Chechenia o el asesinato de la periodista Anna Politkovskaya.
Por su parte Wolf pertenecía a una generación en la que se produjeron las consencuencias de la derrota de la Alemania nazi y el posterior reparto del país en dos bloques, por una parte la Alemania del Este (RDA) vinculada a la URSS y por otra la Alemania Occidental (RFA) vinculada al bando aliado y por lo tanto al mundo Occidental. Con aquella división se separaba de lleno un país como Alemania para crear una frontera visible con aquel infame muro de Berlín que truncaría miles de vidas, familias y sueños. Los tiempos de Wolf son los de la guerra fría en su pura esencia, unas décadas en los que la vieja Europa y diversos países del mundo resultaban parte vital de la partida que estaban jugando el mundo Occidental contra la URSS y su fiel aliado de la Alemania del Este.
Los libros recrean hechos claves para entender el mundo del espionaje y del poder casi ilimitado, pero también nos sirven para ver las miserias de un sistema basado en la cultura del miedo y donde prácticamente valen casi todos los medios para alcanzar unos objetivos, bien sean políticos, militares o de imagen.
Dos libros que considero fundamentales para entender las últimas décadas de Europa a través de la influencia clave de dos países y dos de sus más enérgicas personalidades.