Título: El desvío a Santiago
Autor: Cees Nooteboom
Reseña hecha por : Carlos Valadés @carlosvalades
Hace falta mucho coraje para reconocer públicamente que te estás acostando con otra, que tienes un apasionado affaire con tu vecina del segundo izquierda, esa con la que además tu mujer, ha tenido alguna trifulca barriobajera en el pasado, con el agravamiento de que estás enamorado de ella hasta el tuétano.
Eso es exactamente lo que le ocurre a Cees Noteboom, que define perfectamente el paradigma del holandés errante, desarraigado, eterno viajero, y que, como él mismo reconoce sin rubor, ya le ha vendido su alma a España.
Con una erudición abrumadora y la curiosidad de un detective privado, Noteboom se sale de los recorridos habituales, del mainstream, de las grandes vías ampliamente transitadas, para diseccionar, con la precisión de un cirujano, la España profunda, a través de carreteras secundarias y caminos ya olvidados.
El libro es un puzzle, con diferentes instantáneas, fotos fijas que a modo de patchwork se van uniendo para dar coherencia a este sitio donde vivimos. A veces, esas fotos son daguerrotipos, donde el tiempo queda detenido, el ayer y hoy son conceptos insignificantes, con callejones llenos de sorpresas, bares sombríos donde hombres vestidos de negro beben en silencio algo oscuro.
Y en esa radiografía, los españoles somos, ante todo, de la patria chica, del paisanaje, donde la lealtad se dirige al lugar de nacimiento, Villariba y Villabajo primero y luego ya vendrá la región y el país. El amor por lo cercano, por la propia lengua es siempre más grande que la idea de colectividad. El más español de todos los inventos: la plaza mayor, verdadero núcleo, corazón de todos los pueblos, desde Madrid hasta la más insignificante aldea, legítimo lugar de reunión y participación ciudadana, como hemos tenido ocasión de comprobar esta última semana en las acampadas espontáneas, con la Puerta del Sol como epicentro de las protestas del movimiento 15 M.
En la Mancha, el escritor holandés rastrea los pasos de ese héroe que ahora también es adjetivo, calificativo de una persona que antepone sus ideales en defensa de causas justas, la inmensa mayoría de las veces sin lograrlo. Quijotesco es nuestro carácter, pero de Sancho nuestras acciones.
En Argamasilla de Alba, durante su encierro, Miguel de Cervantes crea la inmortal obra que trasciende al escritor, la primera novela de la historia, el caballero de la triste figura en la sempiterna búsqueda de su amada Dulcinea.
Pero el primer best-seller español lo escribió Beato de Liébana en Cantabria, en el siglo VIII, con sus comentarios al Apocalipsis de San Juan, prediciendo el Armageddon, la extinción de la raza humana, el fin del mundo. Noteboom nos describe, a través de un ensayo de Umberto Eco sobre el Beato, que en aquellos días la vida era especialmente árida, en un terreno poco apto para la siembra, donde el hambre asolaba la región y los hombres llegaban a practicar la antropofagia, vendiendo carne humana como carne de cordero o fabricando pan con harina y barro. Bajo estas circunstancias, con el cristianismo perseguido, las campanas y procesiones prohibidas y la península ocupada por el Islam, los reyes astures con Pelayo a la cabeza comienzan la Reconquista.
El Camino de Santiago atrae a miles de peregrinos, llenos de un fervor religioso que hoy en día, y en occidente en general, nos es difícil de comprender. Gentes que abandonan sus trabajos, que emprenden un viaje lleno de significado espiritual y de idealismo, sin importarles el día de mañana, que refuerzan los lazos del norte de Europa con un país ocupado por los musulmanes.
¿Hubiese podido la marea islámica continuar su expansión por toda Europa sin Pelayo? ¿Cómo sería hoy una España musulmana? ¿Y América sin su legítimo descubridor? Se pregunta Noteboom. En los valles y puertos de montaña asturianos la historia de Europa y el mundo tomó un giro de 180 grados.
Luego viene el pluralismo, la multiculturalidad, de Toledo a Granada o Córdoba, de Sefarad a Al-Andalus, la coexistencia es posible. Nuestra sangre, un batiburrillo de religiones, una marmita de tres culturas que fue citada por Obama en su famoso discurso de El Cairo como la situación idílica, una utopía que solo fue posible en este país.
Del románico de Soria al gótico de la catedral de León, el escritor holandés transita por esa España rural de piedras milenarias y musgo, donde el silencio, especie en vías de extinción, invade el espacio y el tiempo, haciendo el paisaje mas nítido, más real y vívido, siempre por carreteras secundarias, de manera tangencial a las grandes urbes que caracterizan a nuestro tiempo.
Hasta que llega la unión de los católicos reyes, Isabel y Fernando, tanto monta….,para hacer una limpieza ejemplar y expulsar de España a todo el que no porte una cruz, o se convierta.
Es un hecho: los conversos, los que abrazan una nueva fe, se vuelven mucho más intransigentes, más intolerantes, con la nueva luz. Uno de ellos Torquemada , de linaje judío, se pasó por la hoguera a más de 10.000 herejes el solito. Unos 500 años más tarde, Juan Pablo II entona el mea culpa por los pecados de la iglesia católica.
Noteboom adora la vida normal de casas bajas y balcones con geranios, de hojas de laurel y de estanco de lotería que nunca tocará , de churros en bolsas de papel y de charlas tomando el fresco.
Gente corriente, es la que le interesa, gente que sufre la historia más reciente, que no la hace. Cuando viaja por España lleva consigo un ejemplar de “Blood of Spain” de Ronald Fraser, sobre la guerra civil. Y reflexiona en Teruel sobre las ejecuciones sumarias que se produjeron con la victoria de Franco, y sobre esas personas que se hallan a ambos lados de un espejo, la una, como espectadora de una inminente ejecución, sabiéndose a salvo, tras la cuerda, rodeada de sus vecinos, y la otra con escasos segundos de vida sobre este mundo, levantándose la falda para que todos vean su sexo, despidiéndose del planeta tierra con un grito de “Viva la República”, quizás más serena que la observadora de la escena. Y ese espejo se parte, y su fractura aún existe en nuestros días, la grieta pretérita avanza lentamente, polarizando a una sociedad en permanente crispación, haciéndonos cada vez más irreconciliables, dándole la razón a Machado y sus dos Españas:
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Muy bien Carlos. Me ha gustado mucho, envíame el resto de comentarios que tengas.
Lo triste es que la historia se repite, por supuesto en cada época, lo suyo, creo que lo que ha pasado en las ultimas elecciones es para reflexionar sobre esta nuestra querida España, aquí siempre está vigente el ¡! Sálvese quien pueda!! Mientras no sea a mí, siempre ha habido ricos y pobres…. Y por otro lado, ¿somos todos corruptos, ladrones, mafiosos? ¿Que otra explicación tiene que hayan salido elegidos por “los españolitos” estos energúmenos? será que no lo vemos tan mal y pensamos…, si yo estuviera en su lugar haría exactamente igual.
Besos
Muchas gracias por tus palabras Victor. A ver si te dejas caer por Madrid.
Abrazo.
Carlos excelente post. No me suele gustar comentar, pero esta entrada me ha resultado de una belleza, en forma y fondo, que requería al menos unas sencillas líneas. Anoto el título, pero creo que después de este «sabroso» anticipo, quizás el libro me pueda dejar hasta decepcionado. Muchas gracias!
Ya se sabe, como dice Reverte, a lo largo de los tiempos nuestra tierra ha tenido buenos vasallos en manos de cantamañanas, corruptos, incompetentes y analfabetos
Para el próximo libro se lo propongo ;-).
Un saludo Juan.
Hola Carlos, podría ser el prólogo del libro este post. El holandés eterno errante como tu dices también se puede ver como el eterno pirata. Saludos 🙂
Gracias Victor! Poco a poco….aprovecha si vives en Madrid que empieza la Feria del libro 🙂
Genial la crítica Carlos, añado el libro a mi lista de pendientes. ¡Qué costoso y a la vez entretenido va a ser ponerse al día con todos los libros que recomendáis!
Gracias a ti Alicia.
La historia se repite y creo que vienen tiempos de agitación social, muy movidos van a ser los próximos años. Las crónicas de Noteboom son de finales de los años 80 y principios de los 90, pero no han perdido nada su vigencia. Hay sitios en España en los que el tiempo parece que se ha congelado. Es recomendable libro y autor.
Qué bueno, Carlos! otro que no conocía… se acumulan!!! qué buena pinta tiene, y qué bueno tu post! Muchas gracias! Vaya historia la que tenemos, la de este país, y vaya ganas de olvidarla que tienen algunos, o muchos. Ojalá la recuperación de las plazas no se quede en estos momentos, apenas grano insignificante de la historia, sino en mucho más, y a pesar de que los «políticos» se empeñen en quitar los bancos de estos sitios, para que no sean más que sitios de paso en los que la gente no se sienta invitada a parar y hablar, tomar el aire -aunque sea contaminado- y hablar, hablar, hablar… solo con la comunicación y la escucha se pueden evitar que vuelvan los Torquemadas, las hambres asoladoras, los corazones helados.
Lo dicho, gracias!