Título: 136. El plan de China en América Latina
Autor: Daniel Méndez Morán
Reseña hecha por: Iván Marcos @ivanmarcos
Hace años descubrí a Daniel Méndez Morán con su libro Universitario en China. La semana pasada terminé su última obra 136. El plan de China en América Latina. Tras una estancia de varios años en China, el autor decide embarcarse en un proyecto para investigar sobre el terreno la expansión de China en América Latina.
Debo decir que el libro me ha gustado mucho, es una obra que pone de manifiesto la enorme influencia que China tiene en el mundo, un libro que nos ayuda a ver algunas de las realidades del mundo de hoy.
Está centrado en cinco países latinoamericanos: México, Perú, Brasil, Argentina y Chile. Los países son muy diferentes, tanto en población, como en situación económica o en el tipo de recursos, no obstante, podemos ver diferentes sectores e intereses de China en cada uno de ellos.
Daniel pisa la calle y habla con gentes de todo tipo para llegar a darnos muchas pistas de lo que está ocurriendo con la expansión china, tanto la de sus empresas, como la de las personas que están detrás, bien sean locales o chinas. En el paisanaje del libro aparece una gran cantidad de contrastes, muchos no ven con buenos ojos a China, otros en cambio se han visto beneficiados de las ventajas que ello trae (principalmente económicas). Es precisamente el estudio de campo lo que hace entender tantas realidades diversas.
¿Pero qué son esos números que encabezan el título del libro? El “Programa 1+3+6” es lo siguiente. Con el número “1” se destaca la importancia del “Programa de Cooperación China-América Latina y el Caribe para el Período 2015-2019”, un acuerdo firmado en enero de 2015 que especifica las áreas de interés y los mecanismos de actuación entre las dos partes. El número “3” hace referencia a “los tres motores” de la relación: comercio, inversiones y cooperación financiera. Finalmente, el número “6” acota todavía más los sectores que le interesan a China: energía y recursos naturales, construcción de infraestructuras, agricultura, manufacturas, innovación científica y tecnológica, y tecnologías de la información.
Daniel centra muy bien el libro, está muy bien escrito y estructurado. Más allá de los apuntes generales, entra de lleno en los temas de cada país para hacernos una radiografía de alguna de sus muchas realidades. Cuenta con una gran empatía y humildad en la forma de contar, y lo hace con ese toque periodístico agradable de leer y que tanto engancha al lector.
La realidad del mundo cambió con la entrada de China en la Organización Mundial de Comercio, fue quizá a partir de ahí cuando la expansión de China entra en una dimensión global. Al principio del libro nos topamos con algo que nos hace reflexionar. China se lanzó al mundo y está en un proceso de aprendizaje donde se juntan ministerios, embajadas, instituciones y empresas, algo que queda muy bien reflejado en las palabras: Para acelerar este proceso de aprendizaje, China cuenta con un atajo muy efectivo: el dinero. Muchas de las inversiones chinas más importantes en América Latina tienen como finalidad el acceso a recursos naturales, pero también a capital humano y conocimiento. Gracias a sus ingentes recursos financieros, las empresas chinas están adquiriendo empresas con experiencia y contactos en América Latina, contratando a los mejores profesionales de cada país y comprando marcas y tecnologías. “Esta fase es muy difícil. Las empresas chinas van a pagar para aprender. Pero todo se aprende pagando” dice el el diplomático Chen Duqing, embajador de China en Brasil entre 2006 y 2009.
En el capítulo sobre México se centra principalmente en el mega-proyecto del Dragonmart, un proyecto con muchas luces y sombras. En la parte de Perú hay dos temas principales, una es la emigración china que hay en el país desde hace generaciones, y la otra es el enorme peso de la minería, con la presencia e inversiones de la minera china Chinalco. El capítulo sobre Brasil tiene varias miradas, una es geopolítica con la presencia de Brasil y China en los BRICS, la otra son los intentos de China de entrar en un sector tan complejo como es la automoción a través de empresas como Geely. La parte de Argentina cuenta con dos puntos claves para China, uno es la soja, materia prima básica para la alimentación animal y que ha llevado a ser casi un monocultivo con intereses exportadores, creando con ello diversos impactos en tierras argentinas, tanto sociales como económicos y ambientales. La otra parte es la la construcción de una estación espacial china en la provincia de Neuquén, uno de los proyectos científicos más ambiciosos y polémicos en el continente por sus posibles implicaciones militares. El capítulo sobre Chile reflexiona sobre el sector exportador del vino chileno en China y también sobre las razones de por las que las empresas mineras chinas no han entrado allí como en otros países. También hay miradas sobre el papel del Instituto Confucio y las dudas de si más allá del tema del idioma y cultural es un foco de soft-power con el que China extiende sus ramificaciones geopolíticas y de influencia.
Y de fondo está siempre obviamente el dinero y el papel clave de China como banquero, no solamente de dichos países, también por ende del mundo. El dinero y China, las miradas de la expansión de la nueva gran potencia global, unas realidades que deben hacernos reflexionar sobre un país con unas ingentes cantidades de dinero que presta dinero y que recibe a cambio materias primas ,recursos energéticos e infinidad de áreas de negocio.
En definitiva, un libro fascinante e imprescindible para entender algo del mundo en el que vivimos.