Título: Ébano
Autor: Ryszard Kapuściński
Reseña hecha por: Itziar Baztarrica @ibagob
Kapuściński fue un periodista mayúsculo que encarnó la excelencia en este oficio hoy tan desprestigiado. Observó la realidad con curiosidad diletante y la contó con intención de interesar. Se le dio todo tan bien que consiguió captar la esencia de regiones remotas, culturas desconocidas y épocas convulsas, narrarla a partir de sus vivencias personales y transmitir al lector la sensación de haber estado allí.
En Ébano, Kapuściński explica África a través de Mali, Ghana, Etiopía, Ruanda y otros países, a lo largo de treinta años y desde las descolonizaciones de los cincuenta. Dice del continente negro que “en la realidad, y salvo por el nombre geográfico, no existe. Es un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria”. África es un mundo, pero se pueden, sin embargo, descubrir similitudes de unos pasajes a otros, entre países a menudo artificialmente divididos.
Hoja tras hoja, se va reconociendo la idiosincrasia africana, por comparación o a través de temas universales. Se entiende la importancia de la comunidad. Se dejan ver sus distinciones étnicas, la estructura de clanes y las creencias ancestrales. Se siente la noción del tiempo de los africanos. Se conoce la cultura del intercambio hasta en el matrimonio, incluso se descubre el complejo de inferioridad que lastra al continente desde el imperialismo, y se asume la gallina de los huevos de oro que se considera allí al blanco.
Kapuściński fue también historiador. Se le adivina en su desprecio por los estereotipos y las ganas de entender el presente buscando las causas en el pasado. Se pregunta por qué muchas regiones africanas están permanentemente asoladas por guerras y tiranos. Quizá no encuentra la respuesta, pero a partir de la observación, el trato directo con la gente y experiencias cotidianas que cualquier viajero podría vivir, plantea dudas y lanza reflexiones como mazos:
“Estoy pensando en el sino de sus habitantes. En lo provisional de su existencia, en las preguntas acerca de su finalidad y sentido, preguntas que, por lo demás, tampoco plantean a nadie, ni siquiera a sí mismos. Si el camión no trae comida, morirán de hambre. Si la cisterna no trae agua, morirán de sed. No tienen para qué ir a la ciudad, y en cuanto al campo, no tienen por qué volver. No cultivan nada, no crían nada, no producen nada. Tampoco estudian. No tienen una dirección, ni dinero, ni documentación. No tienen a quién acudir para quejarse ni a nadie de quien esperar algo”.
Por encima de todo, Kapuściński fue viajero. ¿De ahí su sensibilidad?
Fantástica reseña 🙂
La verdad que los libros de Kapuściński enamoran. Un gran viajero, un gran reportero y sobre todo una persona con una sensibilidad especial para detectar y comprender los matices de las culturas africanas (o latinoamericanas, asiaticas; hasta la suya propia – polaca) Me alegro que tantos compartimos el gusto por esta literatura 😀
Gracias por los comentarios, pero ¡todo el mérito es de Kapuściński!: joyón de libro.
Ébano es la mejor obra del mejor reportero del siglo XX, un libro que describe con fidelidad y autenticidad el caracter de los africanos. Felicidades Itziar 🙂
Gracias Itziar! Ébano es un libro de cabecera, Kapucinski debería ser leído en los institutos y universidades de este pais, a buen seguro ayudaría a una mejor visión del mundo, y mas humana. Uno de mis autores favoritos, imprescindible. Gracias de nuevo 🙂
Creo que este libro es de esos que entra tan directos y tan dentro que pasan a ser parte de uno mismo de forma inmediata. Gran tipo Kapuscinski. Gracias Itziar.
Genial post Itziar. En efecto Kapuscinski fue sobre todo viajero. Es sin duda un ejemplo para mucha gente, todo un humanista que nos ha dejado mucha ética, algo que va más allá de sus maravillosos libros.
Maravillosa resegna… Itziar!para mi Kapuściński nos hace acompagnarle en primera persona en su viaje, viviendo y sientiendo cada lugar y cada una de sus experiencias.. su malaria cerebral… el final del Regimen de Doe en Libeira… la guerra entre Hutus y los Tutsis en Ruanda… y es que como tu bien dices, por encima de todo Kapuściński fue un gran viajero, sobretodo fue un hombre sensible. Muchas gracias por tu post