Título: En el imperio de Gengis Kan
Autor: Stanley Stewart
Reseña hecha por: Iván Marcos @ivanmarcos
«A petición suya, la inscripción que aparece en su tumba omite cualquier mención a sus múltiples honores militares, académicos o cientificos, y sólo hay en ella una sola palabra : VIAJERO «. Eso es lo que nos dejó Nikolai Przdhevalski , se trata de un legendario explorador que fue el primero en clasificar a una de las especies que mejor definen a algunos pueblos de Asia Central El caballo Przewalski.
Y es en libros como el que hoy reseño donde aparecen esas referencias que son estímulos para seguir manteniendo viva la llama de la aventura. Un libro que un día relucía en una librería de viejo, con un color amarillo intenso sobresalía entre decenas de libros y consiguió eso que nos pasa a muchos lectores : el libro es el que escoge al lector. Allí, en una mañana cualquiera un libro tuvo la capacidad de hablar y de decirme : por favor llévame contigo, quiero contarte una bella historia y quiero reposar en tu biblioteca personal junto a otros compañeros de viajes y sueños.
Al acercarme descubrí que el libro llevaba las letras impresas inconfundibles de National Geographic, a eso se sumaba la inocente sonrisa de un niño asiático en su portada, por todo ello el libro me encontró y la decisión fue tomada de forma sencilla . Un nuevo libro iluminaría mi vida y me llevaría a descubrir una nueva aventura y a conocer la Historia, la hospitalidad y la nobleza de los pueblos nómadas. Un libro que me acompañaba a lo largo del Transiberiano y que pudo saborear el ambiente de algunos lugares por los que pasó el mítico Gengis Kan.
Cuando de nuevo paso las páginas del libro me encuentro muy lejos, por sus páginas me veo trasladado a lugares que me fascinaron y que tuve el privilegio de poder visitar. Cierro los ojos y veo descansar a guerreros nómadas camino de la vieja Europa, descansan sus caballos en el mismo riachuelo donde acampé en las montañas de Gurvansaikan. Uno de los líderes de aquel legendario ejército pudo nacer en los alrededores de las dunas de Khongoryn els , fue allí donde disfruté una de los mejores puestas de sol de mi vida. Es posible que esos indómitos jinetes hace siglos hubieran dejado atrás una dura tormenta del desierto alrededor de los Flamming Cliffs y que desde allí tomaran la decisión de emprender un viaje-conquista que les llevaría hasta las puertas de la mismísima Viena. Atrás dejaban los contrastes del Gobi para adentrarse en un aventura que iba a cambiar la Historia de la humanidad y de todo un pueblo.
En libros así es donde te cruzas de lleno con los sueños y la aventura, en ciertas páginas crees volver a ver al niño que deseaba explorar y ser coleccionista de mundos. Y el leerlo antes de realizar un viaje como el Transiberiano fue una semilla de inspiración e ilusión por algo que muchos no pueden entender: la pasión que siento por los viajes y el mundo. En muchos capítulos del libro tienes el privilegio de conocer a algunos grandes viajeros y exploradores de la Historia de la humanidad. Al citado Nikolai le acompañan otros nombres que incluso precedieron al legendario Marco Polo, algunos de esos aventureros fueron hombres de fe. Viajeros como Giovanni da Pian del Carpine y el también religioso Guillermo de Ruysbroek que quizás marcaron parte del viaje de Stanley Stewart o del propio Marco Polo.
También cerrando los ojos en algunos de los caminos veía a Manu Leguineche buscando su camino más corto, a Sir Francis Burton volviendo de la India y camino de las fuentes del Nilo, o a Robert Byron en su camino a Oxiana . El cruce de Historia con realidad hace tan mágica y especial a la literatura de viajes , un género que sin duda ayuda a quien se atreve a navegar en ese mar de sueños. Y quizás por ello , es un libro reconocido con el prestigioso premio Thomas Cook de literatura de viajes, con el que fue galardonado en el año 2001.
Gengis Kan resuena en el corazón del autor , que como si de un moderno Marco Polo se tratara va en busca de la aventura y de sus sueños infantiles. Un viaje en infinidad de medios: a caballo, en barco, en tren, caminando o en jeep, todo ello le lleva a conocer todo tipo de personajes en un viaje inolvidable . Como a muchos nos pasa, Stanley emprende el viaje al sentarse delante de un Atlas del mundo. En la soledad de nuestra casa o en cualquier lugar donde aparezca un mapamundi ves que a muchas personas se les ilumina una luz en el corazón al observar la superficie de nuestro Planeta.La pasión por la aventura y el viaje continua y el viaje desde Estambul a Dadal sirve como inspiración para todos aquellos que se decidan por su lectura.
Allí , en lo lejano del mapa del mundo se extiende el pueblo mongol, un país que antaño dominó el mundo a lomos de sus legendarios caballos. Un imperio que se extendía hasta las puertas de la Europa Occidental, una sociedad nómada que sigue fascinando al viajero moderno. Un país Mongolia que en plena era de Internet sigue honrando al caballo y al nomadismo. Un sueño que está al alcance de quien se sienta atraído por ese país que se encuentra en un cruce de caminos de dos imperios : el ruso y el chino. Un lugar que espera a aquellos que un día se decidan a emprender un viaje tras las huellas de Gengis Kan. Un viaje en el que resuenan los latidos del corazón de Marco Polo, y es que Asia Central no dejará indiferente a los apasionados por unos mundos tan lejanos como reales.
Y es ahora , en jornadas sedentarias como la de hoy cuando estos libros tienen más sentido que nunca. Puedo ojear de nuevo las notas subrayadas en libros como el de Stewart, releo en mi humilde blog y veo que reluce con letras de oro en mi corazón un país llamado Mongolia . En estos momentos miro a la vieja mochila desgastada esperando una nueva aventura, su alma nómada va pareja a los libros que me llevaron lejos. Es en esos momentos cuando reconozco lo que dijo el explorador Nikolai, y puedo asegurar que hay algo mágico , eterno y tremendamente especial en esa vieja y noble palabra llamada «VIAJERO»….
Gracias por tu reseña. Soy antropóloga y realizo mi trabajo de campo en Mongolia, viajo bastante a este país. Me ha encantado lo que has escrito, los mongoles están muy orgullosos de Genghis Khan, com parto tu entusiasmo. Gracias de nuevo.
Almudena
me ha gustado mucho el post, y es cierto, es un gran libro, me gustó mucho
Gracias Alicia. Es un gran libro, con numerosos guiños a la Historia 😉
Un post precioso, Iván! no conocía este libro, y me lo apunto desde ya mismo… suscribo tus palabras al 100% 🙂