Título. En el país de los cucutes
Autor: Javier Arruga
Reseña hecha por : Iván Marcos @ivanmarcos
En el país de los cucutes es un viaje a pie por los Monegros. Como bien dice en la contraportada » Ahora que ir a Venecia es una horterada, que en el Camino de Santiago dan el número como en la carnicerías, o que se nos ha olvidado el pueblo del que eran nuestros abuelos, se impone , como siempre, hacer camino al andar, renovar el sentido del verso machadiano, darle la vuelta a todo eso de viajar».
Se trata de un libro que llegaba a mis manos de casualidad y que me lo he leído de una sentada en una apacible tarde de Domingo. En sus páginas aparecen esos trazos humanos de los viajes, de aquellos para los que lo importante no es llegar sino solamente ir. Hoy en día en que los aviones te teletransportan de un continente a otro sin saber lo que es cruzar fronteras y sin apreciar el verdadero valor de las distancias.
Por ello, soy un admirador de este tipo de libros y de una forma de viajar pausada y sosegada, páginas y viajes basadas en encuentros reales, en personas con nombres y apellidos que nunca salen en las guías de viajes que se han vuelto negocios multimillonarios o en las aplicaciones de sobre información que nos da una Internet que ya dicen a muchos lo que deben visitar en cada lugar.
El libro y la forma de viajar de Javier me recuerdan salvando el tiempo y la distancia a la que tiene mi admirado Patrick Leigh Fermor. Encuentros inesperados con campesinos, con ancianos que están en la plaza de los pueblos, con los pocos niños que quedan en ciertas calles de esas aldeas sumidas en la triste despoblación rural. Las páginas de esos libros nos muestran al final a esos viajeros humanistas donde los encuentros y las personas son la parte real e importante del viaje. Muchas veces en esos libros lo hacemos viajando no solamente en el presente sino recordando parte del pasado y de la rica ( o cruel ) Historia reciente del lugar.
He saboreado una forma de sentir y de viajar pausada, donde entrar en un bar a pedir una cerveza y unas aceitunas llevaba a entablar conversaciones con desconocidos que sentían curiosidad por un viajero que camina con su mochila atravesando diversos pueblos y caminos de ese lugar de la geografía aragonesa llamado los Monegros.
Un día, aquel niño habrá emprendido su primer viaje y se sentirá invencible. En ese primer viaje , aprenderá cosas que después olvidará o le dejarán de interesar, mientras que otras las conservará para siempre. Pasado un tiempo, le surgirán nuevas preguntas y entonces deberá emprender un nuevo viaje que le llevará a saber de nuevas respuestas.Y después vendrá otro viaje y otro y otro con lo que cada vez quedrá menos del niño que emprendió el primero. Así sucederá hasta que un día finalmente, tras correr muchas aventuras, quien fuera niño se encontrará con que ya no podrá viajar más sin acercarse a la muerte. Ya estará más cerca de ella que del inicio y lo que busque a partir de entonces dependerá de a qué preguntas haya sido capaz de responderse. Aun así, además, le quedarán grandes dudas y la sola certeza de que nunca es uno mismo quien decide nada.
Un libro humano, tierno y que nos lleva a explorar las gentes y pueblos de un lugar mágico de nuestro país.
Lo tengo leído, con dedicatoria y autografiado :)) , esperando la segunda parte. Por culpa de Javier he conocido los Monegros. De verdad que leerlo y escucharlo es viajar entrañablemente por la España profunda y desconocida. Javier, el autentico viajero. Iván tus reseñas son para mí «obligadas» lecturas ; )
Ese soy yo!
Ya le he dicho a Iván que es un honor figurar en este elenco de escritores y viajeros.
Muchas gracias al equipo y a todos los que seguís el blog.
Os espero a todos en los Monegros… y os voy anunciado la segunda parte: Primavera en la Guarguera, lo que queda a la derecha del esquí.
Aparecerá el próximo año y es un viaje por el Pirineo despoblado… y me está quedando muuuuuuuy bien.
Hasta pronto pues!
@Alicia: El libro y la historia es bonita y bastante entrañable, me ha gustado y narra cosas interesantes de la zona, de las gentes y a veces se agradece una forma de escribir cercana y campechana
@Victor: Aprovecha la aventura y experiencia que vives ahora mismo. Hay una frase de Manu Leguineche que dice eso de que lo importante al viajar no son tanto los paisajes, sino los paisanajes 😉
Me ha encantado la reseña Iván y lo que cuentas del libro que es también como siempre dices la esencia de tu filosofía del viaje. Cada día que paso viajando, o viviendo sencillamente en el extranjero, más disfruto de esas pequeñas conversaciones que son un descubrir un país a base de retales del pasado y de la opinión de quien te acompaña.
¡Un abrazo!
Que bueno, Ivan! Una zona que tengo pendiente, ademas 🙂