Título: En Marruecos
Autora: Edith Wharton
Reseña hecha por : Cristina y Jose ( Ahora toca viajar) @ahoratocaviajar
Cuando en 1919, Edith Wharton, que había cambiado la tranquilidad y seguridad como descendiente de una familia norteamericana rica, por las letras y las aventuras viajeras, publica esta joya de la literatura de viajes, aún no existía ninguna guía para viajar a Marruecos. Todo lo contrario que hoy en día. Hace un tiempo que tuvimos la oportunidad de viajar por el país(link a: http://www.ahoratocaviajar.com/2011/11/marruecos-consejos-y-datos-utiles-i.html) , desde Marrakech a Merzouga y de allí hasta Sidi Ifni, cargamos con algunas guías y, en cierta medida, encontramos que éstas desvirtúan la realidad, la simplifican y adulteran de tal modo que el viajero debe hacer un esfuerzo para poder observar con mirada limpia y personal, al modo de la de Edith Wharton, desmitificada y lejos de la idealización literaria occidental.
“Constantemente, incluso en el nuevo y floreciente Marruecos, el contorno de una ruina o el encuentro con unos ojos hacen que toda la escena se modifique, se rasgue el delgado velo de la fantasía europea y nos hallemos frente a frente con la antigua y gris realidad musulmana”.
En su viaje desde el Mediterráneo hasta el Alto Atlas y desde el Atlántico hasta Fez, E. W tiene oportunidad de observar la esencia verdadera de cada momento y lugar, no como colonizadora distante, sino, más bien, como una turista curiosa, sabiendo que Marruecos es África y que África es un continente catalogado, medido y seccionado por las fuerzas coloniales, pero no vivido cercanamente.
Así que su mirada nace del asombro por la vivencia y, queriendo aprehender lo que le rodea, tiene la oportunidad de conocer Rabat, Salé, Marrakech, Fez, visitar los harenes y palacios de sultanes y altos dignatarios, ver ritos y ceremonias como la del sacrificio del cordero, cuando, entonces, por norma, no se admitía la presencia de mujeres, perderse en los bazares y ser la primera viajera en visitar las tumbas saudíes de Marrakech.
Vivencias que le permiten emitir algunos juicios de valor, como cuando considera que “En África, el amanecer es el momento más romántico del día” porque “la suciedad y el deterioro desaparecen bajo una neblina nacarada y una brisa procedente del mar se lleva el recuerdo de los mercados malolientes y de las sórdidas aglomeraciones de gente”. Esta perspectiva crítica también le acompaña a menudo en lo referente a lo femenino en el mundo árabe; hay que recordar que la sociedad de la que procede la autora es muy diferente a la de la mujer árabe que encuentra en su periplo, el suyo es un mundo intelectual de libertades y emancipación, mientras que el de las mujeres de Marruecos está dominado y controlado por el hombre, un mundo de “mujeres pálidas en su destartalada prisión”.
Y todo ello sin faltarle nunca una especial sensibilidad por lo estético que se halla en las realidades cotidianas, por apreciar en todo aquello que le envuelve la belleza que viene del elemento humano, incluso de la muchedumbre de la calle, “las muchedumbres, en Marruecos, son siempre una fiesta para la vista. El instinto para vestirse con habilidad y el sentido del color hacen del más modesto grupo de mozos de cuadra y aguadores una delicia visual en constante renovación”. La autora consigue con su estilo descriptivo transmitir a esos viajeros de la época, que no podían disponer de guía turística, los datos e informaciones necesarias para un viaje feliz a un destino vacacional, que entendía como muy popular “Marruecos es demasiado extraño, demasiado hermoso, demasiado rico en paisaje y arquitectura y, por encima de todo, demasiado novedoso como para no convertirse en uno de los principales destinos primaverales en cuanto se reanudara el tráfico de pasajeros por el Mediterráneo”.
También es consciente que esto puede poner en peligro la esencia vivida en su viaje, y así lo indica en el prólogo a la primera edición de 1919. Aunque, afortunadamente, en 1927 diría del país que aún sigue manteniéndose íntegro en su carácter y que “visitar Marruecos sigue siendo como pasar las páginas de un iluminado manuscrito persa adornado con formas brillantes y sutiles líneas”. Sensación que aún experimentará cualquier viajero que se anime a conocer Marruecos y aunque hoy en día no nos falten guías turísticas, quien viaje al país con el libro de Edith Warthon se verá mejor acompañado que con aquellas otra
Hola, quizás os interese saber que tenemos una colección que incluye el relato ‘The Other Two’ de Edith Wharton en versión original conjuntamente con el relato ‘Parson’s Pleasure’ de Roald Dahl.
El formato de esta colección es innovador porque permite leer directamente la obra en inglés sin necesidad de usar el diccionario al integrarse un glosario en cada página.
Tenéis más info de este relato y de la colección Read&Listen en http://www.ponsidiomas.com/catalogo/roald–dahl———edith-wharton-.html
creo que marruecos es un pais modesto que esta amarrado a ambas partes.la tradicional.que no deja que sus custumbres desaparezcan aun que en europa criticamos esa parte.y esta la parte moderna que este pais esta haciendo un gran enfuerzo en las infraestructuras como autopistas .el ave .etc
Gran reseña sobre uno de nuestros países vecinos. Lo cierto es que Marruecos no deja indiferente cuando lo visitas, tanto en cultura como en gentes es un lugar que fascina al viajero, tanto para lo bueno como para lo malo. Un abrazo y gracias por compartir en Leer y Viajar 😉
Gracias, Alisetter!
La verdad es que es un libro maravilloso, máxime si tenemos en cuenta que lo escribió una mujer en una época donde el feminismo recién iniciaba su gran lucha social. Y ¡qué decir de Marruecos!
Saludos!
Buena reseña 🙂 Si, Marruecos sigue siendo el túnel del tiempo y un lugar donde se esta muy bien a pesar de los años y la cantidad de turismo q recibe, aunque como todos los sitios habrá sufrido cambios importantes… He visto este libro mas de una vez y me han entrado ganas de leerlo 😉 gracias!