Título: Polifemo vive al Este. Viaje a la trastienda de Europa
Autor: Daniel Pinilla
Reseña hecha por: Iván Marcos @ivanmarcos
El presente libro es una obra que nos lleva a algunos de los países que formaron aquello que se llamaba el Telón de Acero. El autor huye con ganas de España en busca de la Europa menos conocida. El viaje empieza en los Balcanes y luego lo hace a lugares como Odessa en Ucrania, Grecia, Estambul y finalmente el Cáucaso. También hay espacio para lugares no reconocidos por la comunidad internacional como Transnistria. Territorios interesantes como pocos y con espacios donde se cruza el conflictivo pasado con un incierto futuro.
Conozco una parte importante de los caminos recorridos por el autor y debo decir que es uno de los mejores viajes históricos y de aventura que uno puede realizar en Europa. Países como Bosnia, Rumania, Macedonia o Bulgaria siguen siendo lugares excepcionales para el viajero independiente. Fronteras, cruce cultural y la sensación de caminar por la Historia es un premio demasiado jugoso para los que decidan aventurarse a hacer un viaje por los citados territorios.
El viaje ( y el libro) de Daniel mezcla momentos brillantes con otros bastante más rutinarios. En mi humilde opinión es algo que ocurre en muchos de los viajes de larga duración. Quizá los mejores momentos del libro son los improvisados, cuando escribe lo que le sale de dentro y se deja llevar por la inocencia de las personas que se encuentra o de los lugares que se conectan con hechos históricos. Los más rutinarios del libro son los que detallan muchas cosas que ocurren en hostales o en su día a día, algo bastante constante por cierto en los viajes de mochilero.
Hay momentos en los que el autor reflexiona sobre el pasado y lo acopla a su propio viaje, algo normal tratándose de una zona donde la historia se siente con salir a la calle. La herencia histórica de décadas bajo el yugo comunista es algo que se siente en muchos de los territorios por los que vamos viajando con Daniel. Los cruces de imperios se sienten en fronteras artificiales, el guerras no demasiado lejanas, pero sobre todo en el enorme cruce cultural del Oriente de Europa.
Allí, en la trastienda de Europa resurgen los ecos y los cruces de caminos entre los viejos imperios. Ya no existen muchas de las fronteras de aquellos países que una vez estuvieron bajo el dominio Austro-Húngaro, Otomano y Ruso. Pero obviamente todavía siguen estando demasiado presentes los ecos del pasado (tanto del lejano como del cercano), y es ahí donde un periodista como Daniel saca la inocencia del viajero que va, mira y escribe en su libreta de notas sobre lo que se encuentra y siente.
El libro nos va llevando a la propia rutina y emoción del viaje, pero también coma los inevitables encuentros inesperados con gentes humildes que aparecen en los caminos, a los choques con la sempiterna burocracia o al inevitable encuentro del autor con su yo más profundo.
Un libro recomendable para viajar por unas regiones tan fascinantes como duras y enigmáticas. Un viaje que nos lleva a reencontrarnos con fantasmas de la propia historia.