Título: El maestro Juan Martínez que estaba allí
Autor: Manuel Chaves Nogales
Reseña hecha por: Iván Marcos @ivanmarcos
Creo que fue Arturo Pérez-Reverte la primera persona a la que oí hablar de Chaves Nogales. Como tantos otros libros y escritores, ha permanecido aparcado y a la espera del momento adecuado para ser leído. Es ahora cuando me he lanzado a leer al bueno de Manuel, y lo primero que sorprende es que un autor de su calibre no llegue al gran público. Aunque pensándolo bien, creo que es muy español esto de olvidar a los genios, y sinceramente Manuel Chaves Nogales es uno de ellos. Maestro del periodismo español y del preciado arte de contar historias, se ha convertido en todo un descubrimiento para el que esto escribe.
El bueno de Manuel estuvo allí, como persona de mundo, leída y humanista, tuvo la inteligencia y la independencia suficiente para pensar de forma autónoma, criticando los crímenes y la locura de los totalitarismos de su época: el fascismo y el comunismo. Su extraordinario prólogo de «A sangre y fuego» nos permite ver la mirada de un hombre lúcido y crítico que ve el caos y la barbarie en una España que sirve como preludio de la II Guerra Mundial.
Pero quiero entrar en detalles del libro que me propongo reseñar, es una obra que permite ver desde dentro uno de los acontecimientos claves del siglo XX: la Revolución rusa. La verdad es que no sé muy bien como definir el libro, a ratos parece un relato en primera persona, a otros es periodismo en estado puro, y pasamos a través de una vida que podría ser una biografia parcial y al final nos sale una trepidante novela que es todo un libro de Historia.
La forma de contar es a través de la vida de Juan Martínez, un bailaor de flamenco burgalés que acompañado por su pareja Sole nos lleva a narrar y entender un hecho histórico, y lo hace a través de situaciones que tienen que ver con su vida, con su divagar diario y sus sentimientos, vivencias, emociones y miedos.
Antes de llegar a Rusia pasamos brevemente por París, Estambul o Bucarest, allí bailamos en cabarets de primera y en tugurios de mala muerte, unas veces rey y otras mendigo parece ser aquello que les toca vivir a Juan y a Sole. Y al final, el objetivo de escapar rápidamente de los primeros ecos de una Primera Guerra Mundial que empiezan a escucharse y que llevarán a Europa a convertirse en un auténtico matadero.
Alejado de su España natal, Juan Martínez decide sobrevivir y termina huyendo a Rusia, donde se encuentra de lleno sufriendo la Revolución rusa. El libro narra con detalles hechos que van mucho más allá de lo que nos dicen los hechos históricos, a ratos sentimos el humor y otras veces intuimos el sufrimiento en primera persona. Con la vida de Sole y Juan vivimos la Guerra Civil rusa entre blancos y rojos, pero también situaciones cotidianas como la carencia de alimentos y las interminables horas esperando por algo de comida en colas apocalípicas, sin olvidarnos claro de las decenas de muertos que aparecen, unas veces a causa del hambre, otras muchas causadas por un tiro en la nuca.
Pero si hay situaciones que destaco en el libro son las del sufrimiento de las personas. Desfilan por el libro gentes de buena fe, muchas veces se encuentran ante situaciones límite cuando aparece la maldad del ser humano, sobre todo la de los despotas con poder. Juan teme muchas veces a los rufianes genocidas de la Checa que con su poder ilimitado gozan de barra libre para realizar infinidad de detenciones y ejecuciones. Y a través de la vida Juan entendemos los orígenes de terror rojo y de como se fue extendiendo por todo lo que luego formaría parte de la Unión Soviética. Asesinatos que un día llegarían a ser masivos y que llevaron a millones de ciudadanos soviéticos a los Gulag. Vamos y venimos con Juan y Sole, sufriendo casi siempre, en lugares como Leningrado, Moscú u Odessa en Crimea.
Por las caso 300 páginas del libro desfilan personajes y situaciones de otro tiempo, con la calidad de la prosa de un Chaves Nogales con el que podemos viajar para sentir los ecos de una época irrepetible. Y a los campechanos Juan y Sole los sentimos como parte de la familia, con ellos sufrimos, lloramos y reímos. Es a través de su vida como conocemos y nos cruzamos con militares, artistas, judios, intelectuales, campesinos, comerciantes y una gran cantidad de infelices ciudadanos anónimos. Son todas ellas unas gentes que nos dan un toque humano lleno de realidad a las historias no contadas que son las que al final conforman la Historia con mayúsculas.
Estamos en definitiva ante un libro que puede considerarse como una pequeña gran obra maestra. Genial y extraordinario Chaves Nogales.
En algún comentario se ofende el valor de la obra de nogales cuando se insiste en las actividades criminales de la checa, y no se mienta que la lujuria asesina de blancos, nacionalistas ucranianos , o polacos, iguala cuando no sobrepasa la de los bolcheviques, como bien cuenta el maestro Juan martinez.
Ahí está también la magia de la literatura y la ficción, en fabular 🙂
Este libro es una especie de autobiografía. Leyéndolo con un pequeño análisis crítico nos daremos cuenta que el tal Martínez cuenta una serie de aventuras personales absolutamente inverosímiles. Más parecen producto de la imaginación desbordante del protagonista que pone en primera persona situaciones más fantásticas que cualquier novela de Verne o Salgari. Con la única salvedad que la novelas de Verne o Salgari sabemos que son inventadas y aquí se nos pretenden vender como ciertas. Lean con atención la huida de Odessa y saquen conclusiones.
No cuestiono los hechos históricos sino las aventuras que cuenta el protagonista.
Creo que el tal Martínez se quedó con Manuel Chaves Nogales.
Interesante análisis del libro de Chaves Nogales, del libro de referencia que ahora lo estoy leyendo , voy por la mitad. Coincido con vd. de la prosa del periodista » sin descubrir» yo también oí por primera vez hace unos meses a otro gran periodista hablar de el, A Juan Pablo Colmenarejo de la cadena Cope, comentaba este, el prologo del libro A Sangre y Fuego, y no pude por menos que «Hincarle el diente» Leí el libro y busqué más cosas de Chaves Nogales y fue como si descubriera algo nuevo que me hacía falta leer, este periodista está sin descubrir y la forma que tiene de escribir te atrapa de forma que quieres más, buceando por Internet la obra que más se edita de el, es la biografía de Juan Belmonte, otra obra que para no haber ido nunca las plazas de toros, hablando con gente del gremio y habiéndoles recomendado la lectura del libro, coinciden en la forma tan diestra de «meterte en cada cosa que narra» Que pena que como obras para apreciar su narrativa haya pocas, lo que más abunda de el son los reportajes periodísticos a políticos etc. Espero que mi coincidente criterio ayude a otros a leer al periodista Manuel Chaves Nogales.
Saludos.