Título: La Historia de Rusia en el Siglo XX
Autor: Robert Service
Reseña hecha por: Carlos Valadés @carlosvalades
El país más extenso del mundo, quizás ha sido también el más convulso, el que más controversia, admiración y temor, inspiración y aversión ha causado durante el siglo pasado. Fuente inagotable de personajes que ya son iconos, mitos cuya leyenda ha trascendido, personajes que superan a la persona, diablos, dictadores, líderes absolutos y absolutistas frecuentemente. ¿Quién no ha oído la leyenda urbana de los años 80 cuando se traficaba en Moscú con pantalones Levi´s? ¿Quién no conoce el significado de la hoz y el martillo? ¿ O la perestroika?
En un tema tan sujeto a la libre interpretación de los hechos, a las posturas manieristas y la subjetividad, personalmente prefiero girar la vista hacia las Islas Británicas. Debido al profundo respeto que siento hacia las universidades de Oxford y/o Cambridge, o a la impronta de independencia que suelen tener los historiadores ingleses, los prefiero a otros. Incluso en libros sobre nuestra guerra civil.
Robert Service aborda en esta monumental obra de más de 500 páginas la historia de ese país a caballo entre Europa y Asia, formado por una mezcla de diferentes nacionalidades y religiones. Licenciado en la Universidad de Cambridge, especialista en Rusia, autor de una biografía de Lenin, y otra de Stalin, fue de los primeros en acceder a los archivos desclasificados de la extinta URSS tras su colapso en el año 1991. A través de sus páginas descubrimos personajes históricos como Rasputín, el “monje santo” de Siberia, el preferido por el zar Nicolas II debido a su habilidad para detener las hemorragias del hijo hemofílico del zar. Putero e intrigante de la corte de los Romanov, cuya verga, de la que solo se conservan 28,5 cm., de los 40 que dicen que medía, se expone al público en el museo del erotismo de San Petesburgo. Hay teorías que dicen que los servicios secretos británicos, los actuales MI6, contribuyeron de manera decisiva en su asesinato.
O Lenin , que se puso a darle vueltas a la cabeza y un día se preguntó ¿Qué hacer?, y en otoño de 1917, tiñó de color rojo el mes de octubre e impuso la dictadura del proletariado. Falleció en 1924 y su cuerpo, desde entonces, como el brazo de Santa Teresa de Jesús, luce incorrupto y embalsamado en el mausoleo de la plaza, como no, roja, .
Stalin, compañero de correrías, le sucedió como secretario general del Partido Comunista, y decidió planificar quinquenalmente la agricultura y la industria de la URSS, y todo aquel que le llevaba la contraria acababa pasando unas largas vacaciones en un archipiélago llamado gulag, del que a veces no se salía con vida. Se estima que una media de 20 millones de personas murieron allí. Incluso su esposa, se pegó un tiro en la cabeza después de una discusión nocturna, pues menudo carácter tenía él señor….
Los trabajadores se olvidaban de la productividad hasta que llegó Alekséi Stajánov que se puso a currar a destajo multiplicando por 10 la extracción de carbón en una jornada normal. El hito llegó a oídos de las altas instancias del Kremlin y decidieron aplicar las cotas de producción a todos los obreros soviéticos.
Stalin, se cabreó con Hitler porque osó atacar una ciudad que curiosamente se llamaba como él, y como en Alemania no había ninguna Hitlergrado, decidió contraatacar y reducir a escombros Berlín.
Después de aquello, se abre el telón (de acero), y aparece la guerra fría. Jrushchov sucede a Stalin y a punto está de estallar la tercera guerra mundial. El bloque del Este decide marcar territorio y se construye un muro en Berlín para alejar a los ciudadanos de la RDA del capitalismo y las influencias materialistas.
Breznev sucede a Jrushchov y en un arrebato pasional le planta un morreo a Erich Honecker, presidente de la RDA. Gorbachov inicia el período de la glasnot y decide dejar al bloque del Este que decida su futuro libremente. Y en el año 1989, como un dominó, todos los países van celebrando elecciones y el comunismo sale derrotado en todas ellas. Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, y Rumanía dejan atrás el período comunista siendo la caída del muro de Berlín la traca final.
Los nostálgicos de la URSS dan la asonada aprovechando la ausencia de Gorbachov, y Boris Yeltsin encabeza la resistencia popular ante el ejército y su intento de Golpe de Estado.Rusia, ya sin las Repúblicas Bálticas, Ucrania ni las repúblicas centro asiáticas no constituye el contrapeso que fue a los Estados Unidos, pero sigue siendo un país a tener en cuenta a nivel geopolítico, y un destino apasionante cuya historia ha marcado el siglo pasado.
No soy mucho de historia, pero me lo apunto para mi lista de futuros libros. Estuve 3 meses viviendo en Moscú, y desde luego tenía y sigo teniendo mucha curiosidad por este gran país. Un gran país que sin duda es digno de estudio durante muchos años, durante muchos años un país muy temido. Espero tener tiempo (ay dichoso tiempo) y poder cogerlo pronto.
Gracias por la sugerencia!
El 20 de agosto, dirección Moscú. A ti te quedas mucho menos para Camerún 😉
…y las mafias, la corrupción, la burocracia con muchas mayúsculas…. siguen estando presentes. Las jóvenes Repúblicas siguen a la sombra del Kremlin en muchos casos, aunque tratando de zafarse de Rusia, todo a la vez… y el vodka sigue corriendo en las calles, demasiado, junto con los símbolos de independencia y demás. Todo un cócktail Molotov. En fin, impresiones del año 2007, así que eso, a ver qué cuenta Iván y a ver qué cuentas tú, Carlos!! 🙂
si…. jo, Carlos, perdona, que no sé dónde tengo la cabeza y me dirigí a Iván en mi comentario, anda que… sorry!!! por cierto, ¿cuándo os vais? ¿os queda poco?
Las repúblicas caucásicas son zonas calientes. A ver que cuenta nuestro amigo Iván a la vuelta. Pero si que es cierto que todavía hay políticas heredadas de otros tiempos, como el envenenamiento del espía Alekxander Litvinenko con el polonio, que puso en jaque a medio Londres o el asesinato a sangre fría de la periodista Anna Politkóvskaya. Saludos Juan, disfruta tu estancia chilena 🙂
apasionante!! La verdad es que Rusia ha sido la única potencia capaz de poner en jaque permanente a los todopoderos USAs, dan ganas de viajar por allí. Debe haber zonas por allí que deben ser un polvorín heredado de otros tiempos no tan lejanos
Lo leí porque estoy inmerso en un proceso de inmersión soviética preparando el transiberiano. «El imperio» lo leí hace años, muy interesante, sobre todo el punto de vista de Kapuscinski como polaco al sufrir una invasión en el 68….
Si no vas a viajar por Rusia, seguro que hay otras cosas más ligeras 🙂
Pedazo de resumen de la historia de Rusia te has marcado, Iván! ja, ja, no sabía lo de la verga de Rasputín, me ha hecho sonreír, aunque también da un punto de escalofrío… (que se conserven esas reliquias, digo… ay, en qué jardín me estoy metiendo!!). No sé si me animaré a abordar tamaña obra… El Imperio de Kapuncinski me encantó… quizá más adelante :-).