Títulos: Los días de Birmania
Autor: George Orwell
Reseña hecha por : Iván Marcos @ivanmarcos
Algunos dicen que muchas veces no encontramos los libros, son ellos los que nos encuentran a nosotros. Hace dos fines de semana pude estar por Madrid y acercarme a la feria del libro de Madrid, he acudido ya unos cinco años aún sin vivir en la capital. Y es que la feria es un lugar y espacio apasionante para aquellos que amamos la lectura. En esta ocasión tuve el gusto de conocer a Eduardo Riestra de Ediciones del viento, uno de los grandes nombres en la Literatura de viajes de nuestro país, que desde La Coruña dirige esta fantástica editorial con los viajes como telón de fondo. Tras hablar un rato y ojear diferentes libros me decidí por seguir su recomendación y compré el libro del que hablo hoy.
Hablar de Orwell es hacerlo de uno de los mejores escritores del Siglo XX, libros como Rebelíón en la Granja o 1984 figuran con letras mayúsculas entre los clásicos del siglo pasado, y con ellos pude entender muchas cosas de los totalitarismos. Orwell nació en India y tras una vuelta a su Inglaterra natal vuelve a Asia con diecinueve años para formar parte de la policía colonia en Birmania. Fruto de su estancia en este país del sudeste asiático surge la primera novela del gran escritor, y es precisamente de la que voy a hablar hoy.
Es un libro que nos habla de la vida que transcurre en Birmania para un pequeño grupo de personas de la colonia británica en la villa birmana de Kyauktada. Allí trancurren historias entrecruzadas que van narrando la vida y las contradiciones que trajo el colonialismo en diferentes partes del mundo. La vida de los militares y empleados británicos se concentraba más en el club que en el integrarse con la población local. Entre vasos de whiskey, soda y jugar al bridge pasaban muchas jornadas. Entre los calores tropicales del sudeste asiático muchos intentaban llevar una vida parecida a la de su natal Inglaterra.
Con un gran despliegue de creatividad e imaginación el bueno de Orwell nos lleva a las diferentes visiones de vida de un lugar tan pequeño , remoto y alejado de Londres. Entre todas las historias muchas rigen en torno al protagonista de la novela: Flory. Es uno de esos héroes cansados y anónimos con la estigma de perdedor pero que tanto fascinan a muchos lectores . Marcado por el alcohol y una vida rutinaria llega a convivir de forma armoniosa o tumultuosa ( según se da el día, la hora o el estado etílico ) con la gente. Flory se ha molestado en dominar de forma solvente el idioma local y respeta las tradiciones y las formas de vida de la población local. Entre todo ello se entiende que su mejor amigo no sea un compatriota sino que resulta ser un médico indio.
El resto de oficiales y miembros de la colonia británica muestra un brutal desprecio por la población local, muchos de ellos hablan de los locales como bestias, animales o seres inferiores. Mostrando con ellos un racismo extremo y un odio por las tradiciones locales que muchas veces ha sido la verdadera imagen del colonialismo. Mientras Flory, sin dejar de lado la botella de Whiskey continua su vida en la que los días se repiten como si fuera gotas de lluvia. Regularmente para disfrutar de otros placeres terrenales se le ve acompañado por alguna apasionada amante local. Pero todo cambia en la vida de Flory cuando aparece Elizabeth, una joven de origen inglés que busca encontrar en las colonias un buen partido en forma de oficial británico. Con la llegada de la joven tanto la vida como la rutina cambia sustancialmente para Flory, el amor y el caos conviven de forma extraordinaria.
Cuando llegan ordenes de que el club ( racista, nacionalista y endogámico) debe aceptar a una persona de origen no inglés empiezan a surgir intereses de los ricos del pueblo buscando entrar en selecto club. Para ese puesto optan dos personas, el corrupto y rico birmano U Po King, y el médico de origen indio Dr Verasmwami. La sumisión del doctor indio choca con los macabros intereses y toda clase de astutos planes del ricachón local que trata de lograr la aceptación entre las esferas del blasfemo club que oprime a su pueblo. Pero ya se sabe eso que muchos nuevos ricos demandan: aparentar y fugurar en la foto, aunque sea a costa de explotar a su propio pueblo. En definitiva se trata de una maravillosa historia genialmente contada por uno de los geniales escritores del pasado siglo XX.
Hola Carlos, ya se sabe como se las gastan los hijos de la gran….bretaña 😉
Gracias Juan, sin duda todo un personaje el amigo Flory 😉
Efectivamente, de lo mejor y lo peor. Cuando han pasado 60 años del fin del imperio británico y de la independencia de la mayoría de las colonias, me sigue sorprendiendo ver en mis viajes a la reina de inglaterra en los billetes de numerosos países, y la pervivencia de una institución, la Commonwealth, que aunque su término signifique riqueza común, fue creada por los británicos con el objetivo de mantener su poderío económico ya que el político lo habían perdido.
En mi viaje a Birmania en febrero de 2011 pude comprobar que el sistema de trenes está prácticamente igual que lo dejaron los británicos, bueno, funcionando mucho peor, ya que el mantenimiento es mínimo.
Veo que el colonialismo inglés se extendió por todo el mundo. Capaces de lo mejor y de lo peor como siempre. Un gran post Iván, ese tal Flory debe ser un personaje por descubrir. Juan.