Título: La huella roja. Historias de la Rusia postsoviética en el cambio de milenio
Autor: Luis Marías López @LuisMatiasLopez
Reseña hecha por: Iván Marcos @ivanmarcos
Probablemente Rusia marcó como ningún otro país el pasado siglo XX. Sus luchas de poder, la Revolución que marcaría el paso al Comunismo, la creación de las Repúblicas Socialistas Soviéticas bajo un mismo bloque, la crudeza y el horror de sus guerras, la Guerra Mundial que allí se llama Gran Guerra Patriótica, la barbarie del Gulag, la guerra fría…. Todos son por si mismos unos enormes hechos históricos que marcaron el destino del mundo. Y todo ello sigue vigente en la memoria de un pueblo que veía como aquel sistema hizo aguas al final del siglo XX con la caída del bloque soviético.
Por todo ello vale la pena leer la presente obra, un libro que nos lleva de forma amena a vivir algunos momentos claves del último siglo.
Y es que cualquiera que lea las historias que aquí se narran va a poder navegar en las entrañas de un país que sigue estando de actualidad. Rusia nunca deja indiferente a nadie, sus dimensiones y sus contrastes han hecho de ella un país que debido a su poder sigue marcando una gran parte de la geopolítica mundial.
La actualidad política con Ucrania no deja de ser una consecuencia de los hechos de una historia ligada a la de Rusia. Imperios que aunque se desvanecen siguen en el inconsciente de millones de rusos y de su propia historia.
El libro nos lleva a historias humanas como buena obra periodística, pero también lo hace a la realidad histórica y geopolítica, de tal manera que nos permite entender la realidad del país con algunos hechos fundamentales.
Atravesamos por algunos de esos hechos claves de la propia historia rusa, pero también ello nos sirve para tratar de entender un mundo actual en que siguen siendo clave muchos hechos ligados con Rusia. Los casos que van apareciendo nos muestran unas gentes que muchas veces son víctima de los hechos que ocurren bajo el territorio o la influencia de Rusia.
La dureza de su clima y la resistencia de sus gentes ha hecho que casi siempre acepten la realidad como les viene, por muy dura que sea. Un sistema centralizado por dirigentes autoritarios han marcado desde siempre la idiosincrasia del pueblo, desde los antiguos zares, al partido comunista, los oligarcas o el actual mandato del controvertido Putin. Aquel dicho eslavo decía que «San Petersburgo era la cabeza de Rusia, Moscú era su corazón, pero Kiev era su madre». Más allá de la importancia vital de esas tres ciudades, cabe preguntarse donde encaja la otra Rusia y antigua URSS. Por delante en el país más grande del mundo tenemos la inmensidad de la estepa o la tundra, la lejanía de una tierra rica en minerales Siberia, por no hablar de aquellas antiguas repúblicas de Asia Central que nosotros llamamos tanes.
Pasamos páginas que emanan aromas del buen periodismo de reportero, y con la belleza que supone pisar el terreno nos encontramos con algunas de las realidades que han asolado a Rusia: El Gulag, el clima inhóspito, la corrupción de las mafias , el poder de los servicios secretos y del Estado, la hecatombe de Chernóbil, la Guerra Mundial o la de Chechenia, el desastre del hundimiento del submarino Kursk con sus tripulantes a bordo. Hechos que se van desgranando con una prosa sencilla y didáctica que se acopla a un humanismo tierno y delicado que desgrana situaciones diversas o variopintas que pueden ir desde la muerte a los sinsabores del pueblo oprimido o el derroche de los nuevos ricos.
Un libro imprescindible para todos aquellos interesados en la Historia de un país tan enigmático como fascinante. Tenemos una obra que marca la experiencia vital de un periodista de raza y con mucho mundo al que pudimos leer antes en El País y ahora en Público.