Título: Cartas abisinias
Autor: Arthur Rimbaud
Reseña hecha por : Iván Marcos @ivanmarcos
La semana pasada terminaba el presente libro , se trata de una historia peculiar , es un libro diferente y curioso, en el propio formato y en el estilo de narrar. Una parte del libro son las propias cartas que Rimbaud escribe , la mayor parte de las veces son a su familia, pero también lo hace en numerosas ocasiones a cargos políticos, aduaneros o comerciales. Con todas esas cartas se va conformando el libro que nos narra su vida en el continente africano.
Joven, viajero, inquieto por naturaleza y dotado de una genialidad especial para la poesía, estamos ante la obra de un genio que moría demasiado pronto. Es curioso y destacable como a pesar de su fama de poeta no hay ni un verso que nos haga conocer o intuir el talento del autor.
Estamos ante una lectura que nos narra parte de la vida en la lejanía africana y a través de las páginas podemos entender una forma de ver los viajes del siglo XIX en el continente africano. Los viajes y la exploración en África iban ligados a las colonias, al comercio y en función de todo ello van pasando los años que Rimbaud vive en el lo que ahora resulta ser el cuerno de África que sufre una cruel hambruna.
Una de las cosas que nos deja el libro es la profunda sensación de nómada de Rimbaud, en las cartas nos deja algunas perlas que he subrayado y que nos permiten ver su forma de ver la vida:
- Lo que siempre he dicho es que quiero seguir siendo libre para poder viajar, o vivir en el extranjero, incluso en África ,
- Lo que puedo asegurar es que me es imposible llevar una vida sedentaria.
- Puedo ir allí a casarme, pero a pesar de ello siempre tendré obligación de viajar constantemente para poder vivir.
- El mundo es inmenso y tiene regiones tan magníficas que ni la existencia de mil hombres bastaría para poderlas visitar.
- Si tuviera medios para viajar, sin tener que trabajar para ganarme la vida, no me verían mas de dos meses en el mismo lugar.
Durante todo el libro vamos viendo la evolución de Rimbaud en África, vamos pasando por sus cambios de trabajo y por diversos estados de ver su vida . A veces uno se lo imagina como un expatriado antiguo que en numerosas oasiones siente la imperiosa necesidad de tener noticias de los suyos. Y es que es así como precisamente empiezan la mayor parte de sus cartas:
Rimbaud a los suyos
Harar, 4 de agosto de 1888
Mis queridos amigos,
Recibo su carta del 27 de junio. No tienen por qué extrañarse del retraso de la correspondencia; este lugar está separado de la costa por desiertos que los correos tardan ocho días en atravesar. Además, el servicio que une a Zeilah con Adén es muy irregular, el correo no sale de Adén para Europa y recibir respuesta, hay que contar por lo menos tres meses. Es imposible escribir directamente de Europa a Harar ya que más allá de Zeilah, que está bajo protección inglesa, hay un desierto habitado por tribus nómadas. Estamos en terreno montañoso, prolongación de los macizos abisinios, y la temperatura no se eleva nunca a más de 25 grados sobre cero, y no desciende jamás a menos de 5 grados sobre cero. Así que uno ni se hiela ni suda.
Se trata de un nuevo libro de viajes con el sello personal de Ediciones del Viento, ese que nos lleva a una forma antigua de ver el viaje. Con las Cartas Abisinias de Rimbaud nos trasladamos a regiones remotas del continente africano con la mirada de un genial poeta que busco en el nomadismo un estilo de vida para conocer mundo y vivir experiencias.
Ya te contaré cuando lo aborde :-)… no todos los libros de cartas pueden resultar así. El de Alexandra David-Neel que reseñé por aquí hace tiempo, sobre sus andanzas en Tíbet (también de ediciones El Viento) me gustó muchísimo, muy ameno y bello. Quizá tenga que ver con la habilidad literaria del que escribe las cartas, más que el formato en sí 😉
La verdad que es un libro interesante, aunque el formato carta a veces cansa un poco y creo que es de los libros de Ediciones del viento que se me han hecho menos llevaderos . Creo que sin duda de todos sus libros, es el que he tardado + tiempo en leer. No hablaba de poesía en el libro, simplemente habla de la vida, de sus reflexiones, del clima, del comercio, me resultaba curioso también que no haga apenas referencias a personas que se encuentra durante su vida en tierras africanas. Me ha gustado aunque lo pongo por debajo de todos los otros libros de Ediciones del viento que he leído estos meses , libros ya reseñados de Meneses, Twain, Orwell, Andrae, y Gómez Carillo.
Un libro al que tengo ganas, aunque no sé hasta qué punto será fácil y certero… supongo que en muchas ocasiones los viajeros intentan no preocupar a los suyos disfrazando un poco la realidad que viven. Rimbaud parece ser que murió en el «agujero» de Adén, una especie de sartén que desemboca en el mar…Me sorprende mucho la carta que transcribes, donde afirma que no hace ni frío ni calor!! Jordi Esteve le recuerda en su último libro, «Socotra, la isla de los genios» que estoy leyendo ahora, durante su estancia en Adén. Un poeta que traficó con mil y una cosas para ganarse la vida mientras nomadeaba, eso sí, y que seguramente no se sintió capaz de volver a la encorsetada Europa de su tiempo, una vez conocida la libertad del vagabundeo 🙂
Gracias por la reseña, me animaré a leerlo un día de éstos. 😉
Hola Iván, interesante comprobar otra faceta de este poeta y ver como muchos artistas, pintores, escritores volvieron tan marcados por el continente africano.
Como dices esa manera «antigua» , muy del Grand Tour, esa forma de entender el viaje.
Me llama la atención que digas que «no hay ningún verso que nos haga intuir el talento del autor»…¿se sinceraba en sus cartas, se apartaba de su «trabajo»?
Un abrazo 😉