Esto es Calcuta

Título: Esto es Calcuta

Autora: Ana María Briongos

Reseña hecha por: Alicia Ortego  @Alisetter

Hacía varios años que no leía nada de Ana María Briongos , que en su día me enganchó a sus relatos de viajes por Irán y Afganistán (Negro sobre negro; La cueva de Alí Babá; Un invierno en Kandahar). 

Una viajera antes que escritora, con la inquietud de conocer el mundo y quienes lo habitan, no ha dudado en pasar largas temporadas (meses) en estos países… y después plasmar sus vivencias y aprendizajes en libros amenos como los que cito aquí y el que me dispongo a reseñar.

En Esto es Calcuta! nos cuenta cómo y por qué tomó por fin la decisión de adentrarse en este grandísimo país que es India, complejo y variado hasta la saciedad, incluso después de las particiones de territorio que ha sufrido (Pakistán, Bangladesh).

Y llevándonos de la mano por una historia personal, de personajes reales, nos habla también de la historia del subcontinente, o de sus costumbres, o de la amalgama de creencias y religiones y de cómo éstas conviven y se entretejen con el sistema de castas, o de la gastronomía, del comercio del té, y de muchas otras cosas.

También reflexiona sobre esta India en la que “tan mal y tan bien se vive”. Reflexiones que a buen seguro os sonarán si habéis visitado el país: niños de la calle, a veces víctimas de las redes de prostitución; ciudadanos que se esfuerzan por sobrevivir día a día, muchas veces ganando la partida con la imaginación y la creatividad que despliegan; semi esclavos cosiendo pantalones vaqueros que luego compramos aquí en tiendas muy fashion; las élites, la creciente clase media, los nuevos ricos, los intelectuales, los líderes religiosos, las tácticas de “reclutamiento” de los extremistas musulmanes, los grandes poetas como Tagore, el sentido de comunidad y la humanidad de sus gentes, etc.

El libro por otra parte se centra en Calcuta, una ciudad que no conozco y que tiene (es víctima de) una poderosa imagen colectiva asociada a la miseria, a la pobreza extremas y a la Madre Teresa.

Ana María se esfuerza en mostrar Calcuta como es, trascendiendo esa triste imagen, en parte injusta. Como en otros lugares, esa imagen es un lastre para muchos de sus habitantes, para los que no están en la pobreza extrema, claro. Porque tiene más de una cara, como le pasa a todos los sitios, me atrevería a decir (y para muestra, Irán).

Ana no niega ni recela del tópico, desde luego, que además experimenta y observa de primera mano, pero creo que consigue sentar las bases para que aquél que lea éste libro, se quite de encima una parte de esas ideas.

Me ha sorprendido saber, por ejemplo, de la pasión por leer y escribir de sus habitantes. Allí, por lo visto, quien más y quien menos ha escrito y publicado un libro!! Sí, también publicado… muchas veces son modestas ediciones, pero dignas. Y se leen.

Y esto nos recuerda que hay vida cultural más allá del mercado que critica a los consumidores que no compran conforme a sus dictados. No, aquí no estoy hablando de India.

En definitiva, un libro que nos deleita transportándonos mentalmente a aquélla tierra exótica, y nos hace pensar en el mundo en que vivimos y en cómo está desgraciada o afortunadamente –según el caso- conectado entre sí, a veces parece que irremediablemente.